Hoy en dia es raro la persona que no utiliza alguna clave personal, ya sea el PIN de una tarjeta de crédito o para el acceso al servicio de banca electrónica por ejemplo y también es asombroso lo poco que les exigimos a las entidades financieras en relación con el manejo de claves, es más, si las olvidamos hasta nos molesta tener que personarnos en la oficina de la entidad para que nos faciliten otra y si nos piden que nos identifiquemos pues ya casi entramos en cólera con el empleado diligente, sin ser conscientes de la trascendencia de la situación.
¿Qué sucedería si alguien se presentase en nuestro nombre a pedir una nueva clave porque la hemos perdido y la entidad se la entregase?.
Para evitar posibles fraudes, nosotros hemos de ser los primeros en exigir a los bancos o cajas que nos pidan la acreditación para cualquier operación que realicemos.
Os recomiendo la lectura del artículo publicado en el blog de Samuel Parra titulado ‘Vulnerar la protección de datos con un he olvidado mi contraseña‘.
Un saludo a tod@s.